Suplemento especial de La Vanguardia publicado con motivo del último rediseño del diario.
Octubre de 2007

Cómo hacer sencillo lo complejo 

Jaime Serra

Leer imágenes. Es posible ofrecer información rigurosa y contrastada mediante dibujos fáciles de entender. La infografía desarrolla nuevos mensajes visuales, de pequeño o gran tamaño, que aúnan dibujo, fotos, estadísticas y palabras. Cuando subimos a un avión tenemos, en la butaca de enfrente, toda la información acerca de nuestra seguridad sin necesidad de leer una sola palabra. Cuando compramos un electrodoméstico aprendemos su funcionamiento mediante diagramas intuitivos. Todos hemos realizado alguna vez un esquema explicando como llegar con el coche a algún lugar. Son formas de infografía. La infografía tiene la capacidad de explicar de forma sencilla y muy precisa sucesos o conceptos complejos. Y, en algunos casos, lo explica sin necesidad de leer el texto informativo. Por eso, en todos los estudios que regularmente se elaboran para saber donde los lectores de prensa fijan más su atención, la infografía aparece en primer lugar, junto con la fotografía y la publicidad. Precisamente esta virtud para atrapar nuestra atención de forma inmediata, supone también un reto, ya que condicionará la lectura
del texto que la acompaña. Nos exige investigar más, editar más y, sobre todo, ser más rigurosos con la información.
En 1543, cuando Nicolás Copérnico expuso su teoría de que Sol estaba en el centro, y no la Tierra, lo hizo mediante grafismos. En periodismo su uso se remonta al año 1702, con la aparición del primer diario editado de forma regular en Europa, el Daily Courant. En la primera página del número 126 aparece un gráfico explicando el intento de la toma de Cádiz por la flota británica. Reinaba Felipe V. Sin embargo hace poco más de 20 años que la infografía es una herramienta más, habitual en cualquier periódico de referencia. La eclosión de la infografía en prensa coincidió con la creación de ordenadores que nos permitían dibujar, tratar fotografías e incorporar textos, y con la aparición de un diario
de referencia en este sentido: el USA Today, el año 1982. A partir de entonces los grandes diarios crean sus propios departamentos, equipados con tecnología y dotados de profesionales capaces de realizar las infografías con la velocidad que un medio diario necesita.
La Vanguardia ha sido pionera en esta disciplina. Durante el profundo proceso de rediseño y reingeniería el año 1989, se creó un área dedicada exclusivamente a confeccionar infografías. Desde entonces, numerosos premios internacionales han reconocido la labor del diario. Los grandes retos de la infografía como herramienta de uso diario llegarían poco
después. Primero fue el año 1992, con la celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Pero la verdadera prueba de fuego fue la cobertura de la primera guerra del Golfo. A diferencia de la actual guerra de Iraq, aquélla se caracterizo por la ausencia de imágenes. En este campo los diarios, con departamentos jóvenes pero consolidados, no sólo suplieron la ausencia de fotografías, si no que mostraron que la infografía podía ir mas allá en su capacidad informativa. 

Ahora La Vanguardia quiere dar un paso más. Se ha repensando en profundidad la forma de presentar la información gráfica. Como resultado se ha elaborado un amplio manual
de estilo que los profesionales que hacen este diario emplearán para aportar a las infografías más rigor informativo, mayor atractivo visual y un sello distintivo propio de La Vanguardia. Aumentar la calidad y la presencia de la infografía es un nuevo desafío. En todos sus niveles, desde el pequeño índice estadístico hasta los grandes reportajes. Hay noticias susceptibles de ser contadas casi en su totalidad de forma visual, mediante grandes producciones infográficas. Son trabajos que arrojan luz de forma visual sobre las preguntas que toda nota periodística debe responder: quién, donde, cuándo, cómo y por qué. Estos trabajos son también los más impactantes, los que necesitan de grandes imágenes como motivo central de la información. Se ha resuelto que estas grandes ilustraciones no mantendrán siempre el mismo estilo. Un punto de vista que nos diferenciará La Vanguardia de la mayoría de diarios.
Se ha llegado a la convicción de que el estilo y la técnica con que se elabora cada ilustración complementan la información. Por qué no es lo mismo hablar del nuevo Airbus, la extinción de una especie animal o la vida en la Barcelona de principios del siglo XIX. Punto y aparte merecen los gráficos de actualidad inmediata. Un atentado terrorista, una explosión de gas, un accidente aéreo… Noticias imposibles de prever que nos ponen a prueba como periodistas. Escasez de información, a veces contradictoria y el reloj marcando en contra. Pero hay que explorar al limite las posibilidades creativas de cada tema. Los lectores serán los primeros en agradecer la sorpresa, la imaginación y la sensibilidad plástica. Teniendo en cuenta siempre que la creatividad debe servir para informar mejor.

Fotografías integradas en la información gráfica
En la nueva infografía de La Vanguardia la imagen fotográfica es fundamental. La máxima es dibujar solo aquello que no se puede fotografiar. Hasta hace pocos años la única opción de que disponíamos era el dibujo. Hoy la nueva mentalidad periodística debe saber aprovechar los nuevos avances tecnológicos del mundo digital. Disponemos de fotos satelitales de todos los rincones del globo, podemos captar secuencia por secuencia retransmisiones televisivas y nuestro archivo de imágenes, gracias a Internet, se vuelve casi ilimitado. De este modo será posible poner de un día para otro en manos de los lectores de La Vanguardia un rincón poco conocido del planeta, el suceso deportivo del día o el arma que uso un asesino, sin la inevitable carga interpretativa que todo dibujo tiene por sus propias características. La imagen es, además, información en estado puro: usted sabe que el grafico al pie de esta página nos habla de fútbol sin haber leído una sola
palabra, casi sin haber reparado en el. Es importante destacar, que este nuevo mundo visual nos exige un mayor compromiso ético. Por ejemplo, exige un mayor respeto por el fotoperiodismo. El nuevo manual de estilo de La Vanguardia prohíbe explícitamente ciertos usos de imágenes en sus infografias. Así, precisa al respecto que las imágenes que narran un suceso no deben ser manipuladas de ninguna manera. Las imágenes usadas en los infográficos nos remiten a un tema concreto, pero no narran en si mismas un acontecimiento.
De todos modos, la intervención de la infografía sobre las imágenes fotográficas debe ser la justa para construir y evidenciar la información que se está explicando.

Destacados visuales
Usted ya esta acostumbrado al destacado textual: un párrafo con letras de mayor tamaño que resaltan una información importante. Ahora se potenciará también el destacado visual. Estos pequeños infográficos son la base conceptual del nuevo manual de estilo: editar la información hasta crear pequeñas células informativas, donde texto y grafismo juegan en equipo, complementándose para comunicar con exactitud y sencillez. Cuando los datos por destacar son numerosos, se seguirá el mismo criterio: apilarlos para crear un puzzle informativo en el que todas las piezas se entiendan de modo aislado, pero se complementen en su conjunto.
Si la imagen es lo primero que capta el ojo, el título no puede limitarse a evidenciar lo que en el gráfico se explica. A partir de esta sencilla idea se ha repensando la forma de titular los infográficos. Los destacados de texto ampliarán la información que gráficamente se desarrolla. Cada célula informativa esta encabezada por su propio destacado, ofreciéndole así diversas entradas de lectura. Para que los gráficos se puedan comprender con mayor agilidad, los destacados están redactados de tal modo que hacen innecesarias las aclaraciones de valores o los subtítulos. Al no existir un título general para todo el conjunto, estamos obligados a que cada gráfico se comprenda de modo aislado al resto –si usted tuviera que leer otro gráfico o el texto de la página para comprenderlo, magro favor le haríamos-.
Paso a paso, el rediseño del diario ha deconstruido la infografía moderna para estudiar y cuestionar los conceptos que la sustentan. El resultado son formas de comunicación más puras, que beben de los principios básicos de la infografía.



Pie de foto: El equipo impulsor de la nueva imagen De pie: Pablo Martín, coordinador de la nueva imagen del diario y Jaime Serra, responsable del nuevo proyecto de infografía. Sentados: Rosa Mundet y José Alberola, al frente del grupo de trabajo de La Vanguardia