Entrevista para el diario peruano El Correo con motivo de la exposición Big Bang Data en Fundación Telefónica 

Tiene 25 años en el periodismo ¿Cómo nació su interés por las infografías?
¿Quiénes fueron sus grandes influencias? ¿Por qué?
 Llegué a la infografía periodística a fines de los ochenta, cuando la aparición del diario USA Today primero y de los primeros ordenadores Macintosh de Apple después, la convirtieron en la herramienta de comunicación más moderna de los medios en papel impreso. Sin demasiados antecedentes había que construir los parámetros de lo que sería la profesión en el futuro y esta posibilidad me sedujo profundamente.
Las influencias son un tema muy importante para mi. Considero que construimos nuestro trabajo a partir de multitud de influencias, cuanto mayor es el número, más personal es, finalmente, el resultado. Mis influencias no provienen solo del ámbito de la infografía. Conceptos generales, criterios de otras disciplinas, la música, incluso, forman parte de lo que considero ‘mis influencias’. Las más importantes son las que nos modifican el modo de ver el mundo, ya que son, finalmente, las que más profundamente influyen en el proceso y el resultado de nuestro trabajo. Por ello me resulta difícil dar nombres, no obstante, si tengo que dar alguno, suelo citar al escritor W. S. Burroughs y al artista Marchel Duchamp, ambos han sido y son un catalizador de cambio en mi visión del mundo en general y de la comunicación en concreto.

¿Cuál es la finalidad de una infografía? ¿La infografía es solo un diseño? ¿Es complicado lograr sus objetivos en estos tiempos de grandes cantidades de datos?
La principal finalidad de la infografía es explicar algo de forma precisa. No se trata de transmitir una emoción o comunicar una idea, es contar una historia concreta. En este sentido el diseño es una herramienta para la infografía, nunca un fin en si mismo. El diseño funciona como elemento para organizar solidamente la información.
La gran cantidad de datos que manejamos en la actualidad requiere de la intervención de un nuevo perfil profesional: el programador/periodista. Se está convirtiendo en un perfil esencial para procesar la ingente cantidad de datos a los que hoy tenemos acceso y para presentarlos de forma excelente en los nuevos soportes digitales.
La finalidad de la infografía es explicar con sencillez la información, a mayor cantidad de información o datos puede resultar más complejo. Aunque quizá lo más difícil actualmente es que, gracias a la gran cantidad de datos, no solo podemos explicar ‘que’ si no también ‘por que’ y es esta ultima cuestión la que necesita de un proceso de reflexión más complejo.

Usted ha ganado el premio de la infografía más influyente en el mundo, cuéntenos en qué consistió la infografía que le hizo merecedor de ese reconocimiento.
Se trata de una infografía realizada en el año 1996 que describe en dos páginas de una revista a la especie de ballena franca austral. Entiendo que supuso un hito por que marco unas diferencias clave en el modo de hacer: se aparto de la utilización del ordenador como herramienta principal
–esta realizada casi íntegramente con técnicas manuales- lo cual introdujo componentes emotivos en el resultado y, por tanto subjetivos, algo aparentemente en las antípodas de la infografía. Entiendo, también, que representa el icono del modo de hacer infografías en diario Clarín, medio en el que se publicó y que dirigía en aquella época, y que se destacó por fundir fondo y forma mediante la elección de la estética apropiada para cada tema a tratar.
En cualquier caso me llama mucho la atención que este modo de entender la infografía haya sido reconocido como ‘el más influyente’ cuando hoy prácticamente nadie que lo utiliza.

Algunos medios del extranjero lo han considerado el rey de la infografía ¿qué opina al respecto?
Soy republicano.

¿Cómo ha sido la evolución en su trabajo en estos 25 años? ¿Qué aspectos puedes destacar?
El aburrimiento es un gran motor para mi. Siempre he sentido la necesidad de buscar los límites. Indagar, investigar, cuestionar constantemente. Esto ha generado que tras consolidar con mi generación profesional unos parámetros para la utilización de la infografía en prensa, utilizase la experiencia del periodo en diario Clarín para cuestionarlos avanzando hacia una propuesta que, como signo más evidente, tenía una mayor plasticidad en la presentación formal. Exprimido ese camino me he centrado ya no en como contar, si no en que contar, he tomado las riendas del contenido construyendo yo mismo la información. Es en este punto donde entiendo que transito el camino del ámbito periodístico al artístico valiéndome de la misma herramienta.

En nuestro mundo actual donde todos generamos y almacenamos una inmensa cantidad de datos ¿qué importante son el uso de infografías en el campo del periodismo? nos puede hablar de otros campos donde es vital el uso de la infografía?
Entiendo que la palabra junto con la fotografía adecuada son las herramientas esenciales, imprescindibles, en periodismo papel. En el entorno digital el vídeo me parece que reúne estas dos herramientas de manera más formidable todavía. Reconocido esto sería necio no aprovechar todos los recursos para explicarnos mejor y la infografía tiene, en algunas ocasiones, más virtudes incluso que la palabra o la fotografía. Por tanto, no considero la infografía como imprescindible, pero si muy valiosa.
Existen otros campos donde es más imprescindible, casi todos vinculados a la ciencia, por ejemplo los estudios epidemiológicos. Pero, en general, cada vez resulta más importante para visualizar escenarios intangibles en ámbitos como la mercadotecnia, la política o las finanzas internacionales en un mundo cada día más complejo.

¿Cómo ve el uso de infografías en el Perú? ¿Puede destacar trabajos en el Perú?
Aunque no estoy suficientemente informado del trabajo más actual, me animaría a decir que mantiene uno de los niveles más altos de América latina. Lo cual me resulta muy grato, pues de algún modo he tenido algo que ver: a finales de los años noventa recomendé en una asesoría para El Comercio la contratación de Xabier Diaz de Cerio, que actualmente tiene su propio estudio ‘Fabrica de ideas’ en Lima, y que hizo un trabajo extraordinario, muy en la línea que antes comentaba de fundir fondo y forma, que fue reconocido con numerosos premios internacionales. Años después trabajé para el diario La República, en un profundo proceso de rediseño y reingeniería de la redacción. En este caso recomendé la contratación para la construcción del departamento de infografía a Ana Gueller, actual Directora de Arte del diario argentino La Nación, que dotó al diario de un departamento poderoso con grandes trabajos. Parece lógico pensar que el trabajo de ambos medios influyo en una generación de infografístas del Perú.

¿Qué otros reconocimientos ha obtenido?
Mi trabajo ha sido reconocido con más de un centenera de premios de la Society For News Desing, y la SPD, las dos organizaciones de diseño periodístico más importantes del mundo. Numerosos premios Malofiej, los más prestigiosos del mundo. Reconocimientos en los premios Laus y el año 2013 el premio Gràffica.

¿Cuál es el motivo de tu visita a Lima? ¿De qué trata su obra?
El motivo primero es la inauguración de la exposición Big Bang Data en Fundación Telefónica. A partir de ahí me han surgido diversos talleres –en la PUCP, en la misma Fundación Telefónica- y, a propuesta mía, Fundación Telefónica, conjuntamente con El Comercio, han organizado una sesión de una acción que yo llamo ‘Dialograma’. Se trata de un acción artística que tiene recorrido también en el ámbito periodístico y que El Comercio publicó en su edición del domingo día 31 de julio en una doble página.
‘Un diagrama familiar’, la obra que se encontrará expuesta en Fundación Telefónica hasta el 16 de octubre, traza, mediante cuatro diagramas realizados con técnica mixta, en cuatro paneles cuadrados, la percepción que he tenido de la relación con mi familia más próxima –mis hijos, mi madre y mi mujer- durante los trimestres marzo, abril y mayo de los años 2010 al 2014. Aunque de aspecto abstracto y aparentemente complejo, esta construido siguiendo un sencillo modelo de gráfica con dos coordenadas: relación intelectual y relación emocional, en el centro de las cuales me sitúo a mi mismo. Es interesante observar lo sencillo que resulta su comprensión para el espectador y como utiliza mi ‘yo’ para construir el suyo mentalmente. En este sentido la pieza expuesta es característica de mi trabajo.

¿Sus infografías son más artísticas o periodísticas?
La infografía, esta asociada histórica y culturalmente a la ciencia, y más recientemente al periodismo de precisión, se presupone al servicio de la búsqueda de la objetividad. Pero esto es un mal entendido, la infografía, como herramienta completa de comunicación, puede narrar hechos o verdades, realidad o ficción. Como retruco, al respecto, suelo decir que la infografia no puede ser arte, pero el arte si puede ser infografía.
Como responsable del área de infografía en el diario español La Vanguardia me aseguro que todo el trabajo producido por el departamento responda a criterios y necesidades periodísticas.
Por otra parte mi trabajo más personal y reciente se sitúa claramente en el ámbito de las prácticas artísticas. Se aleja deliberadamente de la panacea de la objetividad mediante la visualización de lo que hace un único individuo en temáticas de interés universal, dándole espació, de este modo, a que el espectador pueda utilizar la visualización para su ‘yo’ propio. Aunque estos trabajos se publican de forma regular en algunos medios periodísticos, a mi modo de entender se trata de arte.
Es parte de una estrategia de divulgación conjunta con la exhibición en espacios de arte.

Ha trabajado en diarios de 10 países ¿Puede decirnos si el uso y el valor que se le da la infografía es diferente y hacer una comparación con Perú?
En periodismo la importancia que se le otorga hoy y los criterios con los que se utiliza y construye es bastante similar en todos los países que conozco. Se ha convertido en una herramienta más en la confección de la información noticiosa que se procura utilizar solamente cuando es apropiada, esencialmente cuando la información será explicada de modo más comprensible y amable que con la palabra. Si existe una diferencia importante de concepto en relación a como es apreciado el infografista y a cual es su rol dentro de una redacción. Mientras en la mayoría de países de Europa y EE.UU. se ha zanjado en favor del periodismo, en América Latina sigue abierto el debate sobre si la infografía es arte o periodismo y, en consecuencia, el infografista es artista o periodista. A menudo sigue sorprendiendo que infografista de prensa se considere periodista. Sigue primando excesivamente el componente estético de la infografía.

¿Qué se necesita para ser un buen infografista?
Conocer el ámbito donde se desea emplear. Si es en periodismo, se debe ser periodista, si es en el artístico debe tenerse un discurso al respecto. La infografía solo es una herramienta, lo verdaderamente importante es lo que explicamos con ella. La técnica infográfica demanda, de modo imprescindible, capacidad de reflexión y síntesis. Formalmente puede desarrollarse con ordenador o hacerlo simplemente con un lápiz, como ya hacía Copérnico hace más de quinientos años.