Este es un ejemplo claro del mal llamado 'estilo Clarín'. El diario y
sus 14 suplementos disponía de un manual de estilo que
se utilizaba rigurosamente en gráficos estadístico o de actualidad inmediata.
Lo que se popularizo como 'estilo Clarín' se trata, en realidad de una serie de
criterios informativos y estéticos generales. Además de los conceptos
esenciales de la infografía, estos criterios eran:
1. Ausencia de estilo gráfico. Cuando decidíamos que la temática o el contexto
merecía salirse del manual de estilo, procurábamos encontrar una estética para
cada caso concreto que acentuase la temática. Estaríamos así frente a una
ausencia de estilo formal.
2. Dibujar solo lo que no se pueda fotografiar. Esta idea se llevo al extremo,
en este gráfico podemos ver la estructura de un transistor hecho por el
infografista, real y funcionando, en lugar de utilizar un esquema gráfico.
3. Contextualización humana de los objetos. No solo en lo que a dimensiones se
refiere, se trataba de aportar un ambiente humano y figurativo a ambientes que
podrían parecer casi abstractos. En este caso si quitásemos la mano
necesitaríamos unos instantes para comprender unos objetos que no nos son
cotidianos.
Es cierto que mi gusto personal en aquel momento por las texturas, los
ambientes claroscuros y cáusticos, el collage y una paleta dominada por los
ocres, influyeron a los infografistas del departamento, especialmente a los más
jóvenes, como en este ejemplo de María Laura Atela. En este gráfico el fondo de
madera vieja nos remite a algo antiguo, y realmente de eso se trata, de
celebrar los cincuenta años de un invento, pero es cierto que hay una voluntad
gráfica, y que habría funcionado igual, o mejor, con un fondo sin textura.
Afortunadamente, ya antes de mi partida, la mayoría de profesionales del
departamento encontraron su propia personalidad gráfica.