"Mi motor es el deseo"
Texto Oriol Rodríguez
Fotografía Carles Rodríguez


Tiene un apariencia imponente: serio, alto, fuerte… De algún modo, el director de infografía e ilustración

de La Vanguardia me recuerda al detective Vic Mackey, el ultra violento y corrupto policía de la imprescindible serie de televisión The Shield. Sus métodos son menos expeditivos, mas convencionales y dentro de la ley, pero en su ámbito Jaime Serra también ha terminado imponiendo sus normas. Por cierto, ¿qué es la infografía?: “La manera periodística de explicar noticias por medio de imágenes combinadas con texto. Esta seria la explicación más sencilla: hacer trabajar las imágenes y el texto como un todo, de manera que puedas entender las cosas de forma visual”.

¿Cuando eras pequeño, que querías ser de mayor?
Quería ser rico


¿Lo has conseguido?
No soy rico en el sentido en el que yo lo decía de pequeño. Entonces quería ser millonario y no lo soy, pero me parece que tengo una vida bastante más rica que la mayoría de la gente que me rodea. Una riqueza de vivencias.


Es que tu has vivido mucho
He tenido la suerte de viajar y vivir en muchos lugares diferentes, conocer mucha gente y hacer un trabajo que
me gusta. No hay capital más grande que este.


A los catorce años te echan del colegio, ¿verdad?

Si, por comerme un bocadillo de mortadela o sobrasada en clase. Una tontería de crío.


Y ya no volviste más a la escuela.
No. No he terminado la EGB. Años más tarde, a los dieciocho, me apunté a la Escola Massana. Hice el primer año y el segundo no lo terminé.


¿De que era el bocadillo esta vez?
Esta vez no me echaron (risas). Simplemente no encontré lo que buscaba. Siempre he sido un defensor de aprender trabajando, de la figura del aprendiz. Hay profesiones que necesitan de unos estudios y una dedicación, pero me parece que el mejor modo de aprender es adquiriendo experiencia. A mi no me gusta estudiar, me gusta aprender.


¿No es lo mismo?

No. Lo hermoso es aprender.


¿Siempre te intereso el arte?
Siempre tuve tres cosas claras: viviría del dibujo, viajaría mucho y no haría la mili.


Los dos primeros objetivos los has conseguido. ¿El tercero?

También. Dije que no iría a la mili y no fui. Me hice objetor. Pero en esa época la objeción no era una opción. Ser objetor no era legar pero estábamos en un limbo. Éramos unos mil objetores y en la cartilla militar nos ponían: “incorporación aplazada”, y con eso pasaba el tiempo sin saber que ocurriría. Fue cuando el PSOE llego al poder que nos dieron el pase a la reserva. Pero principalmente, y regresando a la pregunta original, lo que yo quería era dibujar. Y poco a poco fui haciendo colaboraciones en diferentes medios con El Periódico de Catalunya como cliente principal. 


¿Fue entonces cuando entraste en contacto con el mundo de la infografía?
En esa época no existía el mail, ni Internet y cuando te hacían un encargo tenias que ir personalmente la redacción a entregar el dibujo. Fue en una de esas visitas que me preguntaron si conocía alguien que supiese infografía. Era el año 1989 o 1990 y yo no tenia ni idea de que era eso de la infografía. Pero cuando vi aquel Mac Plus que tenían en la redacción, me ofrecí yo mismo (ríe).


Los productos de Steve Jobs siempre han tenido un encanto especial.
Quizás la infografía me gusto tanto y tan rápido por que nació con nosotros. La inventamos los primeros que nos dedicamos a esto. Ni el director de arte tenia muy claro que era. Pero ni aquí ni en Estados Unidos. El único referente era el diario USA Today, que entonces hacia los snapshots.


Y de El Periódico a la Argentina
Era el año 1995 o 1996 y yo me quería ir, estaba muy harto. Quería viajar. Mi idea inicial era irme a Marruecos, aunque tampoco tenía muy claro que haría allí yna vez llegara (ríe). Fue entonces que me ofrecieron irme a Buenos Aires a montar el departamento de infografía del diario Clarín. Tarde cinco minutos en decidirme. Pensaba quedarme dos años, en Buenos Aires, pero la ciudad me engancho tanto que me quede seis.

Dicen que allá revolucionaste el mundo de la infografía

Lo dicen tanto que me lo he terminado creyendo (ríe)


¿Cual fue tu revolución?
Hasta entonces la infografía estaba totalmente supeditada a lo que hacían los norteamericanos, pero Clarín me dio total libertad para hacer las cosas como creía que se tenían que hacer. En el periodismo argentino no había ninguna cultura infográfica y yo fui a parar a un diario con mucho peso, muchos lectores y un director muy inteligente, Roberto Guareschi. Lo primero que hice al llegar fue preguntarle que tipo de infografía quería, y su respuesta fue que no tenia ni idea y que para eso me había contratado. Un tipo periodísticamente mucho mas preparado que la mayoría de directores con los que he trabajado pero que además era capaz de aceptar sus limitaciones. No tener ningún tipo de prejuicio, por que allá eran vírgenes en este terreno, me permitió replantearme todo lo que había hecho hasta entonces y probar cosas nuevas. El gran cambio fue darle a las infografías un carácter plástico importante. 


¿Hacerlas mas artísticas?
Exacto. Deje de trabajar las imágenes y las ilustraciones con el ordenador, para usarlo solo como una herramienta de edición. Pase a hacer los gráficos a mano y con un estilo muy personal, pero sin traicionar nunca el espíritu de un diario, que es ofrecer información.


De hecho, una vez, dijiste que el infografista debe pensar como un artista y actuar como un periodista

Es cierto que lo destacaron en una entrevista como si fuera una declaración mía pero yo no recuerdo haberlo dicho…


Lastima, por que la frase es buena y oportuna con todo esto que estamos hablando

Entendido así, si. Lo que ocurre es que siempre he pensado que el arte, tal y como yo lo entiendo, no tiene espacio en los diarios


¿Qué es para ti el arte?
Lo que te diré es que el arte requiere de una libertad de decisiones, soporte, medios, lenguajes…. Toda una conjugación de elementos que un diario no te puede dar.


¿Te gustan los retos?
Es lo mejor que hay. Los retos te obligan a aprender, buscar y superarte.


¿Qué vino después de Clarín?
Pase por muchos diarios. En nómina solo he trabajado en El Periódico, Clarín y La Vanguardia, pero como consultor y asesor he pasado por muchos diarios de America del Sur y Europa. Trabaje con The Independet cuando cambiaron el formato, en Italia trabaje mucho con Corriere Della Sera, Gazzetta dello Sport…


La flor y nata de la prensa mundial tiene tu imagen
Mundial no, por que no he trabajado nunca en los EE.UU. Debería hacer un curriculum, con los trabajos rechazados por que yo soy el tipo que dijo que no a la dirección de infografía del Washington Post.


¡¿Qué?!
Después me propusieron dirigir la infografía del New York Times y también dije que no. Lo mismo con El País y el National Geographic.


¡Ole tu!
Mi motor es el deseo y no puedo luchar contra ello. En un momento determinado de mi vida habría ido nadando, pero cuando me ofrecen ir al New York Times no era lo que deseaba. Lo mismo me ocurrió con National Geographic, es lo máximo a lo que puedes aspirar si te dedicas a hacer gráficos, pero como dijo Warhol, todo llega cuando ya no lo deseas


¿Qué te sedujo entonces del proyecto de La Vanguardia?
Fue una cuestión personal. Una decisión que no fue sencilla. Cuando Charles Blow, editor de National Geographic, me llamó la primera reacción fue decirle que no. Después, hablándolo con mi mujer, me hizo ver que quizás debería meditar la decisión. Les llame y les pedí un billete de avión para ir a verlos. Pero cuando
llegue a Washington y el mismo Charles Blow me mostró el edificio, supe enseguida que de aceptar el trabajo en dos semanas me tiraría por la ventana (rie).


¿Por qué?
Aquello era un mundo muy burocrático donde cambiar cualquier cosa habría sido complicadísimo. Trabajando me muevo mejor en el caos. Te explicare una anécdota. Durante la visita, de repente llegamos a una planta llena de gente que trabajaba en silencio. Allí era donde trabajaban las personas que se dedicaban exclusivamente a escribir los pies de foto!


¡¿Cómo?!
No solo eso si no que habitualmente esta gente viajaba al lugar donde se había hecho la foto para inspirarse y escribir el pie.
 

¿Todavía tienes el contacto, de Charles Blow? Me gustaría enviarle mi curriculum.
Eso que parece tan idílico para mi puede ser muy duro. De todos modos ese departamento ya no existe.


No me sorprende mucho
National Geographic es toda una institución. Si miras los mapas de Washington, aparecen todos los edificios gubernamentales y la sede de National Geographic Pero hasta ahora la prensa pecaba de esto: redacciones sobredimensionadas, hábitos viejos… No nos debe sorprender la crisis que estamos sufriendo, y no me refiero tanto a la económica si no a la propia de los medios de comunicación.


Hablábamos del equilibrio entre información y arte. ¿Es complicado mantenerlo en un diario como La Vanguardia?
Es complicado en La Vanguardia y en cualquier diario. No olvidarte jamás que lo primero es la información no es fácil. Actualmente, en mi trabajo, me centro en la parte estrictamente periodística y la artística la dejo para otros proyectos. En Argentina volqué toda mi parte artística en la infografía, hasta que llegue a un punto en que me di cuenta que si daba un paso más aquello ya no era periodismo si no directamente arte. A partir de ese momento invertí el proceso, planteándome que era lo que podía aportar al arte de todo lo que había aprendido del periodismo y de los medios de comunicación. Es así como actualmente dirijo el departamento de infografía de La Vanguardia y la parte mas artística la dejo para proyectos fuera del diario. Y la vinculación entre los dos mundos, arte e infografía, la guardo para mi columna de los domingos.

¿Como se aplica la infografía a las nuevas tecnologías y a las ediciones digitales de los diarios?
Ni me encargo ni me interesa. Me lo han propuesto muchas veces pero, quizás sea demasiado romántico, me gusta el olor del papel.


¿Y el día que desaparezcan las ediciones de papel?
Espero esta retirado. Vivimos mucho, ¿no crees?


A mi ya me parece bien…
Pero si sirves para trabajar hasta los ochenta y cinco años, pasándote sesenta haciendo lo mismo ¿no es demasiado?


El problema es que ya no nos podemos jubilar

¿Quién dice que no podemos jubilarnos?


Mi cuenta bancaria
Conozco mucha gente que si no se jubila mañana es por que tiene miedo. Es mas, yo formo parte de ese colectivo. No se vivir sin hacer nada. La gente que tiene un piso de propiedad en Barcelona y ya lo tiene pagado, mañana se podría jubilar. Aquí, en Mallorca, tenemos un montón de alemanes e ingleses viviendo con los cuatro duros que les pagan de jubilación. Nosotros podríamos hacer lo mismo, pero, eso si, en Cabo Verde.


¿Tu te vas a jubilar allá, en Cabo Verde?

De momento no tengo la necesidad ni la capacidad. Me va muy bien la contención. Se tiene que estar preparado para levantarse cada mañana e inventarse la vida. ¿La gente va a trabajar solo por el dinero? Lo dudo mucho.

La rutina
La rutina, mas si haces lo que te gusta, puede ser una cosa fantástica.


¿Quien esta revolucionando actualmente el mundo de la infografía?

A nivel internacional New York Times siempre hace cosas muy buenas. Es el referente. Y aquí, en España, Público esta haciendo cosas muy interesantes, lo que ocurre es que están un poco limitados por que solo hacen un tipo de infografía. Ellos solo trabajan con datos, la infografía también tiene historias, las ilustraciones… Con todo, hoy en día la infografía más interesante esta fuera de los medios de comunicación.